Este rimbombante nombre recibe la máquina de guerra que presento a continuación. Es un trabajo que tiene unos añitos ya (si no me equivoco, 5 años). Con él que quedé muy satisfecho, pese a que en la actualidad le veo varios fallos sobretodo en los contrastes en los metales y dorados. Claramente necesitan colores más oscuros para resaltar. Así se aprende, supongo. Monté la máquina en una pequeña peana escénica, la cual representa una especie de "Vía élfica", en concreto un cruce de caminos. Se supone que todo lo elfo es viejo y decadente (ya me dirá alguien porqué, un cliché de la fantasia), así que por supuesto es una carretera vieja y comida por la maleza. Como cuando lo hice no sabía si jugaría con él o no, decidí hacerle una peana escénica grandecilla, pero mantener al jefe de la dotación libre, para poder representar su posible muerte en batalla. En la peana incluí todos los "gadgets" escénicos que incluía la caja. Al final la peana escénica quedó muy grande, y en batalla ocupa demasiado espacio. Pero al fin y al cabo con los Altos Elfos llevas pocas miniaturas, por lo que espacio sobra, y sólo he utilizado el lanzavirotes en dos partidas en 5 años, por lo que tiene una función más decorativa que otra cosa.
El libro de instrucciones del encargado de disparar. Como se puede observar, el complicado mecanismo (una palanca), junto con el bajo nivel de preparación del soldado (un elfo con cientos de años y la consiguiente cultura y experiencia) hacen necesario un cuidadoso estudio previo a cualquier lanzamiento.
Vamos, que quedaba bien ponerlo con el pergamino...
Como se puede observar, el jefe de la dotación no está pegado a la peana, para poder utilizarlo en partidas.
Detalle del escudo y la lanza que decoran la peana.
Esta losa pretende ser la antigua señal que indicaba las direcciones del cruce de caminos. Como se ve, está rota y comida por la maleza.
Aquí la munición. Más vale que sobre...
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